miércoles, 10 de febrero de 2016

Acerca de...

En las administraciones de cualquier tipo de organización nos encontramos con herramientas de trabajo que llevan utilizándose desde principios de los 90'.

Sí, la friolera de 30 años, que desde el punto de vista de la informática es muchísimo tiempo, y tiene que ser por algo.

Como desarrollador, a lo largo de mi carrera profesional he aprendido muy diversos lenguajes, y he trabajado en muy distintas plataformas, desde RM- Cobol 85 para DOS hasta Visual Estudio en Windows 10 en la actualidad.

Sin embargo, entonces y hoy, las grandes administraciones utilizan unas herramientas que se manifiestan insustituibles: Microsoft Office Excel y Access.

A pesar de que la capacidad para administrar datos en Access es mucho más reducida si se compara a la de un servidor de SQL Server, o que Excel no es una base de datos relacional, estas dos herramientas permiten gestionar, administrar, compartir, analizar... y por supuesto, estructurar y almacenar datos.

Pero, sobre todo, y es en lo que centraré este blog, es que con estas dos herramientas, juntas o separadas, se puede crear rápidamente una aplicación de base de datos, o al menos, solventar más de una necesidad.

Dos son las razones básicas que hacen que estas herramientas sean tan perennes y sigan en boga:

  • flexibilidad, a la hora de desarrollar una solución de análisis de datos
  • adaptabilidad, la facilidad para readaptar dicha solución en un entorno cambiante.




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